Te quiero, realmente te quiero. Siempre lo pienso, y me imagino diciéndotelo mientras tus ojos me miran; pero es que tanto me intimida tu mirada, que mis labios estan negados en pronunciar esa frase.
Te quiero, y estoy segura de que no lo sabes.
Te quiero por mil razones que me encantaría explicarte; tal vez es un disparate decir "mil"; tal vez la razón es solo una, pero con el complejo y específico fundamento, tan perfecto, que hacen que esa sola razón valga por mil.

Te quiero, por el simple motivo de que sos perfecto para mí.
Te quiero porque sos lo que siempre quise, lo que siempre busqué, lo que necesito, lo que quiero.
Te quiero porque saber de vos me alegra el día.
Te quiero porque te dejas querer.
Te quiero porque sos la persona con la que quiero despertarme cada mañana del resto de mis días; con quien quiero reír y llorar hasta el final; con quien me ría de mis defectos y me sonrroje cuando hable de mis virtudes; con quién me enamore cada mañana y cada atardecer...
Me querés!, y eso me alcanza para vivir, por lo menos hoy...