Azul Turmalina.
Ella celebra dentro de la masa obnubilada por el poder de la
metamorfosis atávica los hilos perdidos, cortados y enlazados fijados como
espejismos peculiares llenos de esquizofrenia dentro de aquel cráneo exacerbante.
Cavando en el cuenco del alboroto se somete a la presión de la utopia de sus
pupilas coloradas de dolor, remordiendo sofocantes recuerdos lejanos,
desesperando y corriendo por entremezclarse con el resto.
Apurada brinda por el triunfo de la voracidad sobre la
calumnia infinita de su centro de sensaciones, que hasta el momento creía
oxidadas, escondidas, anuladas.

Quizá el quizá sea una errata, quizá el quizá no exista
cuando esa prodigiosa bestia azul turmalina posee su cuerpo vulnerable, quizá
ese quizá le trasmita mas seguridad en un minuto de sus labios que el tiempo
que viva el resto de su vida.
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