La flor que crece sobre la lava.
Despierta o dormida, cerca o lejos,
inmarcesible está, incómodo divaga
sobre cordones borrascosos.
Se nubla y anochece en su roce
(yo) deambulo intermitente.
Vamos bebiendo rodetes de conciencia
¿llegará?
Mirar el cerezo y ser magma
¿cortaré la flor?
los dedos húmedos mojando el pétalo mejor.
Un recuerdo atemporal y mondo
se desgarra a voluntad.
Un lugar lejano y mas que el sol,
tal vez cercano es contemplar,
vitrina de papel
cuanta lluvia para desarmar .
Otra vez vuelve a renacer,
cuando el fuego abrace la flor
que abraza su faz
sea aire y relámpago
sea infinito y dulce
sea ceniza y nada.
La inconstancia de la marea
no conoce de profundidades
ni el acero su fusión
ni la flor su néctar
ni preguntan ni divagan
ni laten ni suponen
simple, son.
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