domingo, 17 de abril de 2016

La flor que crece sobre la lava.



Despierta o dormida, cerca o lejos,
inmarcesible está, incómodo divaga
sobre cordones borrascosos.
Se nubla y anochece en su roce
(yo) deambulo intermitente.
Vamos bebiendo rodetes de conciencia
¿llegará?
Mirar el cerezo y ser magma
¿cortaré la flor?
los dedos húmedos mojando el pétalo mejor.
Un recuerdo atemporal y mondo
se desgarra a voluntad.
Un lugar lejano y mas que el sol,
tal vez cercano es contemplar,
vitrina de papel
cuanta lluvia para desarmar .
Otra vez vuelve a renacer,
cuando el fuego abrace la flor
que abraza su faz
sea aire y relámpago
sea infinito y dulce
sea ceniza y nada.

La inconstancia de la marea
no conoce de profundidades 
ni el acero su fusión
ni la flor su néctar
ni preguntan ni divagan
ni laten ni suponen
simple, son.




No hay comentarios:

Publicar un comentario